Cortesía de.-

Sea por Venus




Un día saliste del enorme océano primigenio, no podías venir de otro lugar mas que del mismo mar, pero a diferencia de las bestias que dejaron los mares hasta volverse humanos después de miles de años, naciste integra y hermosa, y en cada una de tus pisadas crecían flores divinas que celebraban con alegría la llegada de tan bella estampa. Juguetona, dulce, vanidosa, simple y a la vez maravillosa.

Vives entre el dolor y la sombra, pero también entre la luz y la felicidad. Tienes tu casa en lo mas profundo del alma humana, y una vez que conocemos tu magia no somos indiferentes, podremos maldecirte, bendecirte, nuestras oraciones o nuestras lágrimas son solo agua y palabras que se pierden en la inmensidad de la eternidad. Nunca mueres, nunca envejeces. Eres tan fuerte, tan irreversible y tan placentera, de inagotable belleza, eres aquella que ríe en medio de los dioses del bien y del mal.

Porque tu no les temes, porque no te impresiona el olor a muerte, pero te maravillas aún de los recién nacidos e instalas el amor mas conmovedor en los ojos de los niños. Tu eres pura y siempre seras pura, no necesitas de cielos, ni de edenes perdidos, lo que pisas lo vuelves un paraíso, y cuando te alejas, aun el lugar mas bello de la tierra se vuelve el mismo infierno.

Tarde o temprano todos te rogamos, riges el sentimiento mas extraño del corazón humano, aquel que nos vuelve poetas, santos, con afán de sacrificarnos, pero también puede volvernos celosos, primitivos, asesinos, reina de los amores sublimes o perversos, he ofrecido mi vida para venerarte, oficiando el acto mas salvaje sobre la simple hierba o la cama de seda, y he dado placer a manos llenas, de la manera torpe e ignorante y de la manera sabia y entrenada.

Y sabes que peque, que el dios del bien juzgara mis actos, que el dios del mal querrá mi cuerpo para los tormentos, pero no tengo tanto miedo de la condena de esos dioses masculinos, porque se que tu entiendes que existimos criaturas que somos tuyas, y que yo, una mujer mas parecida a una campesina que a una sacerdotisa, he buscado fervientemente el favor del amor, construí, destruí, herí, me deje partir, fui templo y prostíbulo, harem y convento, pero nunca he renunciado a la búsqueda del amor. Siempre implorando tu favor.

Toma las rosas negras de mi dolor, las rojas de mi calor, las blancas de mis esperanzas, pequeña ofrenda de una de tus siervas, terrena y mortal solo quiero vivir y amar, sabes que estoy sedienta de amor, inmunda de terror, pero en ti confió diosa femenina del amor y de la vida, y cada herida y cada caricia son trofeos que exibire en tu nombre, que todo sea por Venus, y que venga mas amor, mas ardor, mas pasion...




Para leer la Entrada completa
y/o Dejar tu comentario
Clickea el siguiente link.
Sea por Venus --Lilith Bipolar--