Cortesía de.-

Esperando


"Cerré los ojos e intenté dormir. No conseguí conciliar el sueño hasta mucho más tarde. Y me sumergí silenciosamente en un sueño efímero, lejos de todo y de todos". (El pájaro que da cuerda el mundo).

Por la mañana llegué al piso 9 y me dispuse a estar lo más tranquila posible. Tenía emociones encontradas. Honestamente, eran muchas.

Dejé en la recámara docenas de pañuelos desechables, que mi mamá se encargó de tirar. Ayer no podía ni abrir los ojos, me dolían de tanto llorar.

Esperé en un sillón. Sólo pude pensar y pensar mil veces en la misma cosa. Tenía el resultado en la bolsa, junto a mi agenda de flores de este año. Pasó mucho tiempo para que el señor de la bata verde me recibiera.

Sólo debía confirmar cuantos días más debo esperarte para nunca separme de tí. No estabas planeado con calendario, pero si estabas pensado y deseado con mucho amor.

Tuve miedo, mucho miedo. Pero es de ese tipo de miedo que por momentos te paraliza, porque lo debes asimilar y luego te engrandece el corazón y dices: "Puedo con esto".

Que díficil es hallar la frontera de las emociones cuando tienes tantas a flor de piel.

Por fin entré en la sala de análisis y me midieron todo: peso, estatura, complexión, estructura ósea, piquetes, más piquetes... ultrasonido. Yo con el "Jesús en la boca".

Me pasaron a otro consultorio y de pronto apareció un señor de 50 años, perfectamente perfumado, con una manos de cirujano y poco despúes pude comprobar lo de siempre: los médicos tienen la letra más fea y menos entendible del mundo.

Sonrió y me hizo mil preguntas, no sin antes advertirme: "Necesito que te tranquilices".Yo le dije: "Doctor, tengo mucho miedo". Con ternura me dijo que lo sabía y que trataría de ser lo más cuidadoso posible. De hecho fue muy cariñoso.

Me tomó de los hombros y me depositó literalmente en un sillón más grande que yo. Luego, me preparó para la "auscultación". Luego, me hizo una ecografía. "Todo está en perfecto orden". Acto seguido pronunció las palabras mágicas y más esperanzadoras de toda mi vida: "Mira, si... este tu bebé".

Lloré como JAMÁS he llorado, es una "mezcolanza" de amor profundo, ansiedad, felicidad, temor, esperanza, agradecimiento, sorpresa.

Me habían dicho que el día que llegaras, mi vida cambiaría totalmente y se quedaron cortos.

Hoy te quiero ver y conocer. Ya te espero, ya te esperamos y te amamos con TODO el corazón. Quiero saber que día a día estarás bien, que vas a crecer, que vas a escuchar mi voz, te contaré muchas historias, cuentos, veremos juntos el sol, nubes, abrazaremos sueños y hoy te juro que se convertirán en realidad.

Mi alma estará a tu lado y te abrazará muy fuerte. Estamos juntos. Falta un tiempecito para que nos conozcamos, sin embargo, hoy te siento crecer.


Te amo incondicionalmente.

Tu mamá





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"Esperando"  --Gabrielle Dupré--